5/2/12

2.-Sangre de su sangre

El humo que se estaba condensando en la cueva, la estaba atontando y el calido liquido que estaba cubriendola la daba nauseas, habia escupido lo que fuera que habia tragado. Aparto el cuerpo que aun seguia caliente sobre ella dejandolo a un lado y saliendo a gatas de lo que habia sido su hogar.
Estaba amaneciendo, fuera tambien habia fuego, toda la cosecha que no se habia recogido, estaba arrancada y quemada, los pequeños graneros que habia escapados en tierra o en la roca estaban abiertos y su contenido robado o desperdigado por el suelo. Los cadaveres mordisqueados estaban por todas partes, pero faltaba gente.
Callo al suelo de rodillas conteniendo sin mucho exito las lagrimas, golpeo el suelo, no hubo respuesta de el, como tampoco hubo respuesta de sus padres, no habia nadie estaba sola y eso significaba la muerte. No habia ni un grupo mas de humanos en kilometros a la redonda, solo de ellos y no aceptarian a alguien como ella, los habia visto como los miraban desde el otro lado y eso era desprecio, tendria que cuidar de si misma, tendria que acabar con todo esto y tendria que sobrevivir lo suficiente como para llegar a otro grupo. Habia mas, su madre venia de uno y algunas de las mujeres habian ido a otro para volver con sangre  nueva, si, sobreviviria, era una guerrero.
Levanto la mirada al oir como alguien venia corriendo y su mirada se cruzo con sus ojos ambarinos durante un segundo, mientras le observaba. Olia a sudor, olia a sangre, si tenia aun sangre seca en su pelaje y su pecho se movia con rapidez mientras la observaba, si el le parecia a ella un espectaculo dantesco, ella a el, seguro que tambien se lo parecia.  Espero mientras veia como sus labios se movian y no parecian decir ningun sonido hasta que escucho con claridad
-¿quien eres? ¿ que ha pasado?- su voz profunda la dio seguridad y tranquilidad, no podia estar segura de nada mas, el la protegeria, no sabia por que, ni como pero lo haria.

***

El sol esa mañana no parecia de un dia otoñal, calentaba como el sol del verano. Habia salido de la tosca cabaña de adobe nada mas notar los rayos y se tumbo como hacian sus antepasados disfrutando del dia al menos hasta que llegaron los cachorros. Todo entonces cambiaba y habia que marcharse.
Miro al cielo, las nubes se movian tan perezosas, su rabo se movio un segundo, tal vez un acto involuntario o tal vez su propia mente como si espantara moscas.  Cogio la lanza que estaba apoyada a un lado de la cabaña y se marcho caminando, puede que hubiera suerte y atrapara a uno de esos esquivos antilopes, su carne era tan sabrosa en esta epoca.
-Ten cuidado- dijo alguien a sus espaldas el viejo Shaman que se movia sin ayuda a pesar de estar ciego.- Los espiritus me han dicho que se ha derramado sangre. Pero no de quien
Solo pudo sonreir antes de girarse y marcharse, no sabia si podia creerle o no, simplemente habia que continuar adelante.
Un suave viento recorria la pradera moviendo la seca hierba con suavidad como si fuera un mar infinito a los ojos del que le mirara. La hierba acariciaba sus piernas cubiertas de un fino pelaje atigrado mientras olfateo el aire, sangre. El viento cambio y le llego el olor del humo, carne quemada. Sus poderosos musculos le impulsaron hacia donde procedia, saltando las rocas y subiendo la abrupta ladera hasta llegar a la cumbre y ver que ardia al otro lado del rio. El Shaman tenia razon habian derramado sangre y puede que hubiera supervivientes o no, en su interior pugnaba lo correcto y lo que le habian enseñado.
Sacudio la cabeza y bajo hacia el rio, sabia por donde cruzar sin mojarse mucho y se le llevara la corriente. Cuando llego al otro lado escucho un suave golpe, casi imperceptible para cualquiera pero habia ocurrido.
Una niña viva, cubierta de sangre, grotesco espectaculo tan grotesca como ella ¿como podian vivir sin pelaje?
Sus labios temblaron antes de poder hablar y preguntar con voz profunda.
-¿quien eres? ¿ que ha pasado?-  la respuesta podria ser muy variada o ninguna pero solo sonrio.

***


La noche habia sido fructifera, los humanos que quedaban vivos eran llevados a la madriguera donde ya no verian la luz del sol. Otros llevaban los cuerpos sin vida de los mas  fuertes y sanos para ser devorados. No faltaba ninguno de sus guerreros, habia sido una buena caza, mejor que la de los felinos.
Sus dientes manchados con la sangre de su primera victima, a la que habia arrancado un trozo de cuello para beber su caliente y pastosa sangre.

El sonido del tintinear de los huesos hizo que se girara y viera a la anciana Vidente que se movia ayudada por un grupo de sus locas sacerdotisas. Olisqueo el aire y dijo algo entre chillidos aun recuerdo de sus antepasados antes de hablar.
-¿son todos?- pregunto aun entre chillidos, mientras sus ganchudos dedos atrofiados por la edad y casi sin pelo le intentaban coger de la pechera.
-Si, menos los muertos que no pudimos atrapar.-replico casi con miedo, sabia lo que la maldita bruja habia echo a algunos que la habian molestado a ella o al actual jefe.
-Eso espero, busca una niña entre las vivas, tiene que tener los ojos como los gatos, sino esta, busca entre la comida que habeis traido y si tampoco esta- se callo y no supo como su hocico se pego al de el con tal rapidez que le hizo hasta daño-vuelve arriba y traeme el cadaver.

Se giro y se alejo entre el tintinear de los huesos contra su piel curtida y ya casi despoblada de pelaje tal vez como su cabeza que ya no regia de ninguna manera. Buscaria y si no estaba diria que la habian devorado, no queria volver a salir, los carroñeros posiblemente ya estarian devorando los restos que habian dejado.
-Falta uno de los guerreros- digo alguien a sus espaldas.
-Pues si esta muerto sera por estupido. Seguid adelante y cerrad la puerta ahora.
No iba a esperar a ningun estupido que aprendiera la leccion y si le matan, desde luego no seria una gran perdida.
Una taimada sonrisa recorrio su rostro cuando la puerta se cerro antes de que el primer rayo de sol siquiera llegara a tocar el infecto agujero que llamaba hogar.

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